Lo que queda del invierno geselino puede que sea lo peor en lo que respecta a las bajas temperaturas. Ahí van cinco consejitos para no aflojar el entrenamiento en esta estación tan dura.
1. Entregate a la bebida. Eso sí, mejor que sea agua... Es habitual que con el frío tengas menos sed, pero te vas a deshidratar también, incluso aunque no sudes.
Parece banal pero es importante que bebas también mucho en invierno.
2. Humedad fuera lo antes posible. Si acabas tus carreras en casa es perfecto. Cambiate de ropa lo antes posible. Si no te podes duchar o cambiar, al menos ponete un par de medias secas, una remera y ropa interior.
3. Mejor fresquito que sudando. Si nada más empezar a correr tenes un poco de frío es buena señal, así cuando tu cuerpo alcance la temperatura estable de carrera no sudarás en exceso.
4. Divide y vencerás. Si tenes pensado hacer una hora de carrera y el tiempo no acompaña, divide y hace media hora sólo, dejando la otra media para hacer pesas, usar una bicicleta fija o seguir un vídeo de ejercicio en casa.
5. La triple ventaja. Cuando haga frío de verdad, llevá tres capas, una primera pegada al cuerpo de material absorbente (nunca algodón) como el polipropileno, Thermax, Cool Max, Dri Fit, etc., una segunda que puede ir algo más suelta, de poliéster o forro polar muy fino, y una tercera que detenga el viento y permita salir a la humedad. Los chalecos son una de las mejores alternativas para estar tercera capa, salvo que haga tanto frío que tengas que llevar una chaqueta
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